El encierro del burro es una tradición que tiene más de un siglo de existir. Se cree que en el año de 1890, unos jovenes tuvieron la idea de satirizar las cabalgatas de la gente adinerada, que acontecian como festejo a  la patrona del pueblo, Nuestra Señora del Rosario; por lo que se disfrazaron imitando de manera grotesca a las damas de la alta sociedad. Salieron a recorrer las calles montados en burros, con la finalidad de ridiculizar las cabalgatas de la clase pudiente; lo que provocó la risa y burla de la gente del pueblo que fue testigo del hecho.  

 

Poco a poco este evento chusco se fue popularizando en la comunidad y comenzó a tener más seguidores. En la actualidad, esto es lo que se observa en las calles del pueblo de Alvarado; alegría y relajo, niños, jóvenes y adultos salen a las calles vestidos de mujer a desfilar, bailar y pásarla bien.